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CAPITELES DE SAN MARTÍN DE FRÓMISTA EN EL MUSEO ARQUEOLÓGICO DE PALENCIA

El templo de San Martín de Tours fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1894 e, inmediatamente después, se encomendó a Manuel Aníbal Álvarez la restauración para evitar su ruina. La iglesia había sido clausurada veinte años antes por no ofrecer garantías de seguridad para los feligreses. El origen de casi todos los problemas estructurales era la torre-campanario, que fue demolida. En la memoria del proyecto podemos leer sobre los capiteles: «En general se presentan en buen estado; sólo hemos observado en el capitel del lado del ábside en el arco toral de la derecha de la nave transversal grandes hendiduras o rajas».

Maqueta de San Martín antes de su restauración. Foto: Ana Cuesta

Las piezas escultóricas que podemos observar de cerca en el Museo Arqueológico se trajeron tras la discutida restauración-reconstrucción, que ya resultó polémica en la época.

Canecillos y capiteles de San Martín en el Museo de Palencia. Foto: Alfonso Quirce

Un canecillo nos muestra un asno músico con una lira y otro a un hombre desnudo en cuclillas.
De los 3 capiteles, uno se conserva prácticamente a la perfección por lo que sorprende que se desmontara para colocar una réplica en la propia iglesia de San Martín. Representa una escena con leones montados por jóvenes, en presencia de otros hombres que observan la escena en las caras menores.

En otro, la composición la forman seis pelícanos, dos por cada cara, que vuelven sus cuellos hacia atrás y que posan sus patas sobre un podio de estrías verticales. Está bastante deteriorado.

Capiteles del interior de San Martín de Frómista. Foto: Ana Cuesta

El más importante es el llamado capitel de la Orestiada (se ha interpretado como las parejas de Caín y Abel o como Adán y Eva) que fue desmontado para reponer el fuste e incomprensiblemente censurado y mutilado para evitar la vista de la desnudez de los dos protagonistas.
Estos capiteles han sido repuestos en San Martín de Tours, estando marcados con una "R".

Os invito a que lo descubráis vosotros también.

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